LA PROFESIÓN DEL PADRE COMO FACTOR DE AUTISMO.

La profesión del padre como factor de autismo. ¿El trabajo de un progenitor afecta a la salud de su descendencia? Según un estudio del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, sí puede haber una relación entre el tipo de tareas profesionales que desempeña el padre y el autismo que puede desarrollar su hijo.El origen del autismo no está definido al 100%, no sabe aún seguro cuál es su naturaleza. De entre los diferentes tipos de estudios que se realizan para abordar una solución a esta pregunta, algunos se basan en la observación de patrones para así establecer reglas que señalen los motivos por los que una familia tiene más probabilidades de tener hijos con autismo que otra. Mediante la detección de coincidencias, pueden buscarse respuestas sobre las que, en estudios posteriores, sentar base científica.Hasta ahora, además de los genéticos, la mayoría de estudios del entorno o, sociológicos se centraban en la figura materna en cuanto a situación durante el embarazo como factor de riesgo. Pero el equipo de Aisha S. Dickerson ha utilizado la profesión del padre como punto de partida. La clasificación que hicieron se basa en dos tipos de trabajos: los no orientados a personas o técnicos y los orientados a personas o no técnicos. El motivo es porque el cerebro de los talentosos para funciones más técnicas es diferente al resto. Además, la personalidad también marca la profesión que tenemos y la premisa del estudio considera que los primeros son personas que hablan menos (conductores de camión, guardias de seguridad…) y están más acostumbradas a hacer una cosa cada vez.Los estudios de este tipo conviene verlos como una opción y no una certeza pero las conclusiones resultan curiosas: los padres ingenieros tienen el doble de posibilidades de tener un hijo autista; quienes trabajan en finanzas tenías cuatro veces más probabilidades; y sube hasta seis veces más cuando el padre trabaja en medicina. El estudio “Role of Parental Occupation in Autism Spectrum Disorder Diagnosis and Severity” se basa en datos de 273 niños participantes en otros dos estudios, es decir, aprovecha informes ya existentes de años anteriores. Es una base pequeña para realizar estudios sobre la profesión de la madre ya que muchas de ellas trabajan en casa. Pero sí se concluyó que aumentaban las posibilidades del niño de ser autista al tener a los dos progenitores en tareas no orientadas a las personas. Además, se cree que los resultados hubiesen sido similares a los descubiertos con los padres.Para el próximo estudio, Dickerson se plantea incluir en los formularios básicos preguntas explícitas para descubrir si los padres también muestran alguna patología propia del autismo, aunque no hayan sido diagnosticados como tales. Su intención es determinar si los padres también influyen en el grado de TEA de los hijos.Son solo algunos puntos de partida a tener en cuenta para llegar a saber el origen del autismo.