Los tics y los espasmos se encuentran entre los trastornos del movimiento funcional más comunes y están asociados a redes GABAérgicas disfuncionales. Otros movimientos espasmódicos, tales como mioclonus orgánico y disquinesias paroxísticas, son muy similares.

Los tics comparten muchas similitudes con las alteraciones mencionadas y las características que los diferencian de los otros son que los tics tienen:

La vía cortical y ganglios basales están implicados en el control motor normal y en múltiples trastornos del movimiento. Las breves y repetitivas contracciones musculares conocidas como tics motores son un síntoma común en varios trastornos motores relacionados con los ganglios basales.

La disrupción focal de la transmisión de GABA en el putamen conlleva a tics motores confinados a un solo o unos pocos músculos.

Se dice que los tics motores, un síntoma cardinal del síndrome de Tourette, surgen de anomalías en los circuitos mencionados; sin embargo, estudios de neuroimagen han identificado la previa activación en el cerebelo.

La ocurrencia de tics se asocia comúnmente con picos o actividad paroxística en el cerebelo y la corteza motora primaria, lo que lleva a la disritmia de la red global, incluyendo los circuitos cerebelosos, corteza y ganglios basales. Por esta razón, es de suma importancia realizar una evaluación neurofisiológica para detectar las actividades relacionadas con la deficiencia gabaérgica, dentro de las cuales podemos observar: