A los 11 meses mi hijo fue diagnosticado con microcefalia y retardo global en el desarrollo; después de eso se comenzó a buscar formas y tratamientos para que mi hijo pudiera avanzar y mejorar sus dificultades. Pero por más que buscaba no lograba encontrar una cura o un avance para poder darle una mejor calidad de vida. Pasaron los años y la decepción y frustraciones se hacían más grandes, no saber el cómo ayudar a mi hijo, y cada vez era peor, porque iba creciendo y no sabía como ayudarlo. Por más que lo llevaba a terapias nunca había resultado, no encontraba cambios. A los 4 años de edad, descubrí el Centro del Dr. Aguilar, por una vecina que tenía un nieto que lo llevaban a hacerle el tratamiento y veían siempre resultados. 

 La intriga no dejaba que yo parara de pensar un segundo en la posibilidad de haber un tratamiento para mi hijo. No sabía si arriesgarme en intentarlo por el temor a ir a un lugar desconocido y la respuesta que me podrían dar. Temía no encontrar un tratamiento a mi hijo. 

No pude más con la intriga, y tomé la decisión de arriesgarme e intentarlo y nunca me arrepentiré de esta decisión. 

El día de hoy mi hijo tiene 12 años de edad (8 años de tratamiento).

Ha tenido gran avance en todo su desarrollo, y cada vez me llena más de esperanzas al ver su avance. 

Todas las personas que lo ven creen que no tiene ninguna dificultad, pero al contarles y hacerles saber no pueden creerlo, y muchas de esas personas tienen hijos con dificultades y me han preguntado cómo avanzo mi hijo, cuál fue el tratamiento para que no se noten sus dificultades y haya mejorado de esa manera. 

Mi familia y yo estamos muy agradecidos con el Centro del Dr. Aguilar por esta gran oportunidad que le están dando a mi hijo y a todos los niños. Para todo hay una cura y una solución y la esperanza es lo último que se pierde.

En el caso de mi hija el diagnóstico fue de nacimiento y conforme fue madurando eran más evidentes los padecimientos, presentaba retraso en el crecimiento y en las aptitudes que tenía que ir adquiriendo con respecto a su edad cronológica, por ejemplo, gatear, caminar, hablar, etc. Mi pequeña comenzó con terapias diarias desde las 3 semanas de nacida, actualmente toma terapias 2 veces por semana y cada vez es más independiente en sus actividades cotidianas. Una vez que comenzamos con el tratamiento con el doctor Aguilar vimos resultados desde los primeros 6 meses y hubo mejoras considerables en la psicomotricidad y más tangibles en los estudios neurológicos, mejoras importantes en temas académicos y calificaciones, mejoras en sus procesos de lecto-escritura y procesos lógicos matemáticos, en la socialización no solo con iguales sino con su entorno en sí, dejó de tomar tantos medicamentos y como efecto secundario se vieron beneficiados otros padecimientos. Al mismo tiempo mejoró la interacción en el entorno familiar y hoy en día tenemos tranquilidad de que hay mejora y la confianza de recuperación en un 99%. 

La experiencia con el doctor Aguilar y con su equipo ha sido excelente, calidad en el servicio y calidez de todas las personas que colaboran con él. 

Invito a otra familias que tienen alguna inquietud con respecto al tratamiento que rompan paradigmas y que no le nieguen la oportunidad a sus hijos de tener una vida de calidad y con métodos alternos que algunos médicos no reconocen y no conocen, pero que son una excelente alternativa, basada en estudios e investigación de muchos años y que en mi caso han dado resultados asombrosos.