DISEÑO DE INTERIORES PARA VIVIR CON NIÑOS AUTISTAS.
Diseño de interiores para vivir con niños autistas. El hogar ideal reside más en nuestros corazones que en la casa donde habitamos. Pero pasamos muchas horas en ese apartamento y trabajamos duro para convertirlo en un lugar donde todos los miembros de la familia puedan sentirse cómodos. Nos ponemos manos a la obra y sin ser diseñadores de interiores, ni arquitectos acabamos decorando las habitaciones para hacerlas nuestras.Cuando tenemos hijos con autismo, esta tarea que emprendemos con ilusión en cada mudanza, puede sobrevenir una tortura. Hoy os dejamos algunos consejos a tener en cuenta para que sea un poco más fácil adaptar el piso y hacerlo más hogareño a ojos de toda la familia.Empezamos por lo más evidente: la seguridad de los pequeños. Como en cualquier hogar se alejan medicamentos y productos tóxicos, se protegen figuras, cristales, enchufes… Especial atención a plantas y jardinería ya que algunos autistas pueden sufrir trastornos alimenticios relacionados. También cuidado en la cocina, donde habrá que proteger cajones y nevera, además de limitar el acceso a ciertos alimentos escondiéndolos por ejemplo en cajas que bien pueden ser decorativas para darle tu toque personal.La durabilidad de muebles y otros complementos puede verse comprometida ya que cualquier elemento puede ser susceptible de ser rasgado, tirado o roto provocando, además, daños físicos. Las conductas repetitivas pueden provocar desgaste por lo que en ocasiones conviene invertir en materiales de fácil mantenimiento a largo plazo. Un ejemplo puede ser alfombras que también reduzcan el ruido en escaleras de una casa de varias plantas o en determinadas habitaciones: una vez estropeadas resulta barato cambiarlas.También relacionado con la decoración, los colores que elijamos son muy importantes para la tranquilidad del pequeño. No solo por las paredes, también por toallas, cojines, cuadros o cualquier elemento de decoración que pueda encontrarse en las diferentes habitaciones. Seguro sabes cuál es el color favorito de tu hijo y al que reacciona mejor, trata de incorporarlo para que se sienta más a gusto en las estancias.En general, evita la sobrecarga sensorial. Ten en cuenta los colores como acabamos de ver, pero también evita la luz que se enciende sola por detección de movimiento y ten en cuenta los ruidos que puedan provenir del exterior así como las texturas de suelo o paredes que puedan provocar efectos visuales incómodos. Cuando todo el entorno transmite tranquilidad, es más fácil que el niño pueda relajarse.Todas estas cuestiones y más nos llevarán a decir que vivimos en un hogar accesible, es decir, adaptado a necesidades especiales de diseño y arquitectura si, por ejemplo, evitamos rampas o añadimos elementos en el baño como agarres antideslizantes. Pero también podemos pensar en adaptarnos en cuanto a situación del piso, es decir, del barrio para que se encuentre cerca del centro al que acude el niño, transporte comúnmente utilizado o del resto de familiares. En definitiva, lograr que la casa sea un verdadero hogar para nuestros hijos es cuestión de cuidar los detalles.Conoce nuestro protocolo de procedimiento para personas dentro del espectro autista.